Fabiola Yáñez: «Mi ex pareja recusa a jueces y fiscales pero nunca pidió un permiso para ver a su hijo»
No existe un acuerdo formal de custodia, y la manutención se limita a una cuota provisional ordenada por la justicia
Mi ex pareja recusa a jueces y fiscales pero nunca pidió un permiso para ver a su hijo
"Jamás me pidió perdón por las palizas que me daba, la culpa siempre la tenía yo"
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En una entrevista con OKDIARIO, Fabiola Yáñez, ex primera dama argentina, ha hablado de los detalles de la difícil situación que rodea a su hijo Francisco, de dos años y medio, fruto de su relación con el ex presidente Alberto Fernández. El pequeño, que actualmente reside en Madrid junto a su madre y su abuela materna, se encuentra en el centro de una disputa que va más allá de la separación de sus padres. «Mi ex pareja recusa a jueces y fiscales pero nunca pidió un permiso para ver a su hijo», reprocha Yáñez a Fernández, «que sí ha tenido tiempo para pedir la nulidad de la indagatoria y hace dos días, intentar cambiar la jurisdicción del juicio».
«Francisco está muy bien, está perfecto. Está yendo al colegio, va a natación», afirma Yáñez sobre la actualidad de su hijo en España. Sin embargo, esta aparente normalidad contrasta con la oposición de Alberto Fernández a la escolarización del pequeño, argumentando que «no tiene edad para ir al colegio», una postura que Yáñez rechaza categóricamente: «El nene no puede estar encerrado».
Las comunicaciones entre padre e hijo se han convertido en otro punto de tensión. Según relata la ex primera dama, las videollamadas se han transformado en momentos de estrés para Francisco, ya que su padre exige condiciones que resultan poco apropiadas para un niño de su edad: sesiones de 40-50 minutos sin juguetes, sin personas alrededor y sin permitirle comer durante las mismas. «Le habla como si fuera un adulto», denuncia Yáñez, quien confiesa que siente estar «obligando a hacer algo que él no quiere» cuando facilita estas comunicaciones. «Mi hijo de dos años está sufriendo violencia verbal y psicológica por parte de su padre», apostilla.
La situación legal también presenta sus complejidades. No existe un acuerdo formal de custodia, y la manutención se limita a una cuota provisional ordenada por la justicia que apenas cubre el 30% de los gastos del niño. Yáñez revela que Fernández inicialmente sólo ofreció cubrir el alojamiento de Francisco por un año, lo que ella interpreta como una estrategia para forzar su regreso a Argentina y posteriormente reclamar la custodia por «solvencia económica».
Para la ex primera dama, Francisco representa su principal fuente de fortaleza en medio de esta difícil situación. «Mi hijo me ha dado la fuerza para poder reponerme, estar bien, estar fuerte y hacer lo que tengo que hacer», confiesa. Esta motivación la impulsa a mantener su decisión de criar a su hijo en un ambiente que considera más saludable y seguro, lejos de las tensiones que marcaron su vida en Argentina.